Hace unos días, ha sido portada en todas las noticias el ataque ransomware que han sufrido diversos monstruos empresariales en todo el mundo: Telefónica, FedEx, el Servicio Nacional de Salud de UK… No voy a entrar en si Windows es un sistema inseguro, o si los responsables de sistemas de las empresas tienen culpa por no tener los equipos actualizados; ya hay muchos debates al respecto.
Yo quiero poner el foco en el otro lado, los delincuentes que han lanzado estos ataques, que por conseguir un puñado de dólares han provocado un terremoto con consecuencias muy graves. El sistema de salud de UK ha tenido que cancelar operaciones, y retrasar citas… estamos hablando de poner en peligro la vida de las personas. Seguro que ha tenido impacto económico, y probablemente la situación generará despidos.
Un pequeño poder conlleva una pequeña responsabilidad
Como informáticos (desarrolladores, hackers, me da igual la etiqueta) tenemos cierto poder.
Estoy convencido de que por saber juntar líneas de código, o conocer protocolos de red, no somos mejores ni peores personas, ni más o menos listos; simplemente la coyuntura y progreso mundiales nos ha puesto en una posición de privilegio (hay poco paro y nos pagan por cosas que haríamos hasta gratis, porque nos gusta). Pero sí que creo que debemos ser sensibles ante dicha posición, actuando con ética y responsabilidad, y analizando las consecuencias que tienen lo que hacemos en el Mundo Real.
Y ya se sabe que un poder, por pequeño que sea, conlleva una responsabilidad. Somos recurso escaso, y hay que utilizar esa fuerza para cambiar las cosas desde dentro.
Reflexiona sobre las consecuencias de tu trabajo
Por ello, si trabajas en algo relacionado con la informática, te animo a que reflexiones en cómo y a quiénes va a afectar el resultado de tu trabajo. Incluso aunque lo que hagas no sea ilegal, como sí es el caso del ciberataque mundial.
Puede que conozcas este artículo de Medium en el que un desarrollador que trabajaba para una empresa farmacéutica, programó una encuesta sanitaria que recomendaba una solución dependiendo de las respuestas que el usuario daba. El truco estaba en que daba igual las respuestas del usuario o sus necesidades reales, el formulario siempre recomendaba un mismo medicamento: el de la empresa que le pagaba. Esto a priori puede parecer inofensivo, una treta para conseguir más ingresos, y así se lo tomó el desarrollador… hasta que descubrió en las noticias que una chica se había suicidado por culpa de dicho medicamento, que seguramente no necesitaba.
Piensa en que puedes causar dolor y problemas. Y creo que lo bonito de esta profesión es precisamente tener la capacidad de mejorar la vida de las personas, aunque sea levemente. Aunque sea ahorrándoles 30 segundos al día gracias a un script tonto, creando una app para tener una vida más sana o una web para ahorrar dinero.
Conclusión
Por todo esto, yo no siento ninguna cercanía con la gente como la que ha llevado a cabo el ataque ransomware a nivel mundial. Aunque el objetivo hayan sido corporaciones que no levantan muchas simpatías; los atacantes no buscan justicia poética, sino que buscan pasta extorsionando. Son bandas criminales.
Y creo que es importante también no dar cobijo moral a los crackers, y tener claro que no son Robin Hoods, y que están en el Lado Oscuro utilizando su poder para sí mismos.
Estoy seguro de que encontrarás más reconfortante utilizar tus conocimientos para construir y contribuir, aunque sea levemente. Te animo a aplicar el Principio del Boy Scout en el mundo, para dejarlo mejor que nos lo encontramos.
Porque ser desarrollador es más que lenguajes de programación y algoritmos.
Nota: Este texto fue publicado originalmente en el blog de Kirei Studio.